1. Establecer Metas Realistas y Alcanzables
- Consejo: Es fácil sentirse abrumado al pensar en un cambio radical en la dieta, por eso es importante establecer metas pequeñas y alcanzables. Por ejemplo, comenzar con el objetivo de incorporar más frutas y verduras a la dieta cada día, o reducir el consumo de alimentos procesados de manera gradual. A medida que se logran estas metas, se puede aumentar el desafío.
2. Enfocarse en el Proceso, No Solo en los Resultados
- Consejo: En lugar de centrarse únicamente en la pérdida de peso o en resultados inmediatos, se debe hacer hincapié en el disfrute del proceso de aprender a comer mejor. Cada pequeño cambio positivo debe ser celebrado, como hacer una comida casera en lugar de pedir comida rápida.
3. Incluir Alimentos Que Aporten Energía y Bienestar
- Consejo: En lugar de restringir todo lo “malo”, se puede sugerir incluir más alimentos que proporcionen energía y nutrición, como granos enteros, legumbres, frutas y vegetales frescos. Esto hace que el cambio se vea como una mejora en la calidad de vida, no como una privación.
4. No Temas a los “Deslices”
- Consejo: Las personas a menudo abandonan un cambio de hábitos cuando tienen una recaída, como comer algo fuera de lo planificado. Es fundamental entender que los “deslices” son parte del proceso y no un fracaso. La clave está en cómo se maneja el siguiente paso. Lo importante es no rendirse.
5. Mantenerse Conectados a un Propósito Personal
- Consejo: Reforzar la idea de que el cambio de hábitos no se trata solo de verse bien, sino de sentirse bien, tener más energía, reducir el riesgo de enfermedades, y mejorar el bienestar general. Cada persona tiene una motivación diferente, y recordar ese propósito puede ser clave para mantenerse motivados.
6. Crear una Comunidad de Apoyo
- Consejo: Contar con el apoyo de otras personas puede marcar la diferencia. Ya sea un grupo de amigos, familiares o incluso un grupo en línea, la comunidad ayuda a mantenerse comprometido, compartir recetas y experiencias, y ofrecer apoyo cuando las cosas se ponen difíciles.
7. Enfocar el Cambio en la Salud, No en la Estética
- Consejo: Aunque la estética puede ser un motivador, es más efectivo enfocarse en cómo los nuevos hábitos pueden mejorar la salud a largo plazo. Explicar que cambiar la alimentación puede mejorar el sueño, la digestión, la piel y la energía puede ser más motivador que una dieta rápida para perder peso.